Mi opinión seguro que es similar a la del resto de mis compañeros, y no es otra que desde un punto de vista de adolescente me gustaría tener el móvil pegado a mi en todo momento.
Claro está que eso no sería ni sano ni efectivo a la hora de sacar el curso, ya que igual que es un arma muy potente a la hora de tener información en el acto gracias a internet sobre casi cualquier tema, también es un arma muy potente para provocar situaciones incomodas e incluso para ser usados para malos actos.
En mi caso es una fuente de distracciones más que nada, aunque me moleste darle la razón a mi madre.
Creo que si es necesario tener el móvil cuando sales de casa para ir a cualquier sitio que no sea el instituto, puede ser necesario recurrir a el en caso de que necesitemos contactar con alguien. Mi experiencia personal me confirma que sin móvil en clase se puede vivir, si necesitamos contactar con nuestros padres, tenemos al profesorado y el teléfono del centro.
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